Love Letter se complace en presentar Foule, A2, A3, personne, una colección de pinturas y una pared de dibujos de Michel Bayetto.
Una muchedumbre sin nombre extendida en el formato de un gran cuadro (serie Anthropocène), lomos de napias en tamaño «retrato» (serie John Doe): éste es el mundo que Michel Bayetto se propone pintar «o más bien, representar», como él mismo dice. El uso de la pintura al óleo, trabajada con extremo cuidado a partir de fondos oscuros y durante un largo periodo de tiempo («el tiempo que se tarda en aplicar las veladuras», él dice) supone despojar a las figuras de cualquier identidad o narrativa reconocibles. «Los protagonistas son los colores», dice el artista. Juntas o por separado, estas figuras se convierten en «personas»: son los John Does que Bayetto ha elegido como título para su serie de retratos de nucas que apenas destacan sobre un fondo. En los países anglófonos, el patronímico, feminizado a Jane Doe, se refiere a una persona no identificada: unx fulanx. unx Sin Nombre. Estas personas lambda pueden estar o no implicadas en acciones o historias cuya causa, desenlace o incluso localización se desconocen. De este modo, la pintura se convierte en el lugar del propio encuentro.
Michel Bayetto reflexiona sobre la historia del arte, desde Georges Seurat hasta Agnes Martin. Al igual que estos pintores, se dio cuenta de que, para convertirse en un lugar de encuentro, la pintura debía volver inexpresivos a sus modelos: fotografías arrancadas de una revista, o señaladas por un amigo (serie Anthropocène), fantasmas o fantasías imaginadas por el artista (serie John Doe), o modelos vivos (serie Plages, serie E-Jizz, serie Acolytes). Al ocultar su vida interior en el tejido de la materia, las obras de Michel Bayetto crean un teatro óptico de pose, silencio y sombras. «Los colores, acontecimientos fluidos, se convierten poco a poco en portadores de una existencia subjetiva», él explica. De este modo, evocan algo que flota en un mundo donde el interior y el exterior son irrelevantes.
Elisabeth Lebovici
Traducción Catherine Facerias